
Paz
Un fusil al hombro,
vienes a darme la bienvenida
desgreñado y con las ropas raídas.
Este
no eres tú
se suponía un hombre cabalgando
sobre un corcel rojo…
Pones una corona de capullos
de amapola sobre mi cabeza
¿Dónde está la corona de rosas que esperaba?
Sonríes
y las mariposas medio muertas de la esperanza
se apagan sobre el suelo:
déjame libre
Te temo,
en tus bolsillos ocultas campos minados
que han matado a muchos hombres
y los han enterrado en el pozo de tu corazón…
tus besos muestran ansiedad
y tu voz
me alcanza
exhausta y ajada.
Vamos a casa.
Bésame con ternura,
el amor neutralizará las minas
y tu beso,
es una paloma blanca,
que lleva en su pico
una flor tierna y afectuosa.
Mahbobah Ebrahimi- Afganistán
1 comentario:
Estimado Mahbobah:
Este poema es muy profundo e impactante. Cuánta hipocresía cuando se dice que se lleva ayuda a un país y tan sólo se lleva desolación y muerte. Cuando todo son juegos de poder. Un poema para reflexionar. Sí, necesitamos Paz, pero siempre respetando...
Un poema que pone el dedo en la llaga del estado del mundo.
Un abrazo solidario
Ana
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