
Alguien
Alguien está muriendo
en el instante mismo en que tu mirada
recorre el universo de esta poesía.
Alguien está muriendo,
atravesado por la bala del desprecio humano,
o la estruendosa bomba que quisiera borrar
el amanecer para convertir en polvo
todo vestigio hermano.
En este preciso instante
un hombre, una mujer o un niño expiran
consumidos por las drogas;
otros más mueren de hambre,
de pobreza, de vergüenza y abandono.
Alguien en este preciso
instante se va de la tierra a la fuerza,
o voluntariamente al suicidarse
Y es el instante mismo en que suenan
las alarmas en alguna parte del mundo.
Otros, millones, de niños asoman sus caritas
angelicales como una advertencia de que la vida sigue
mientras algunos deciden cortarla al accionar
el gatillo de sus armas
o al manchar sus botas con sangre
de guerras entre hermanos.
La humanidad pareciera estar bajando la guardia
y derritiéndose en su propia desventura
del calentamiento global.
Los ricos brindan con su riqueza,
distante sí, muy lejano de aquel pobre
que sucumbe en el velo de la miseria,
que llora el llanto aprisionado
de quien imposibilitado
desde sus oraciones lanza plegarias
y clama a un Dios, que no aparece por ningún lado.
alguien muere, alguien, no se quien, miles
Millones rinden tributo a la tierra
esa que germina el girasol
y da vida a árboles y rosales,
pequeñas orquídeas y hermosas primaveras.
Alguien está muriendo al compás del viento,
Y su exhalación queda apagada
en el vaho matinal de la montaña
y en el grito estruendoso del rayo
y la lluvia que se desliza cascada abajo,
gozada por las verdosas piedras.
Alguien, en este instante, está muriendo.
José Luis Castillejos Ambrocio- México
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