1 de abril de 2011

EL ABRAZO DE LA DIOSA (III)

Imagen: Edith Lomovasky- Goel




Del poemario El abrazo de la Diosa

Edith Lomovasky- Goel



Resistencia


Dile al cuchillo
que no se apiade de mi fe
ni del borde insolente
del mar
en mis pestañas.

Dile al cielo entrecortado
por la estela de un avión
que sus alas se han ido
sin consuelo
a los nuevos balcones
al festejo


La distancia
hacia las vísceras del amor
aún estalla
en las paredes del invierno.

El universo aún es joven
Dile al cuchillo que no es tiempo.

Diminutamente
bella
fugaz
como el planeta ajeno a nuestra voz

Luz
en las cuclillas

Disfrutemos del espacio
de su mínima flor
de su círculo

Tenemos
los días contados
las risas contadas

Dejemos transcurrir
el rocío
la placidez
una piel feliz
entre las palmas

Un acto de fe inventa la eterna juventud y la diluye en las cintas oscuras de la noche buscamos la ninfa y ella se deshace entre la ferocidad de los lobos entre las tenazas que saben abrazar hasta el pánico hoy desde un día gris rendimos homenaje a la vana invención a la caravana inextinguible a este gris este gris este gris cruzado por las franjas de la arena la luz impertinente el sudor la seda que nos saca de este gris este será un himno a las sedas la salvación la Osa Mayor el Oso Mayor esta soy esta es mi eternidad




***




Elocuencias de un lugar


A veces
la paciencia de sabernos solos
es nuestra mayor quietud.

Una caballería de glicinas
inicia la luz.

En este patio no hay portal.

El vestido de la niña
plagia una invasión de buganvillas.

La penumbra plagia a una carne
ilegible.

La silla
vacía de milagros
bebe su minuto
su hora de gracia.

Nadie se deja ver.

Ni siquiera el pájaro,
perfecto plagio
del desgarramiento.

Hay un cuerpo sin refugio
que desdibuja
los abrazos infantiles.

Alguien pasea su contingencia.




***




Intemperie y despojos

-I-

Un cuerpo
sueña entre dos reinos.

Los navegantes
remontan la amenaza

Echan a volar

La musculatura del deseo
se entregará a las súplicas.

Una mujer despertará
El día será nuevo.

El imperio de otra salvación
hechizará las barcas.


Una sonrisa torrencial
responde a nuestros ojos

El letargo de las maderas
repite
la cadencia de un espacio
un útero
una fe.






-II-


El jardín más vulnerable
se apoltrona en mis entrañas

Las esferas de mis ojos
repiten el timón

Un timón
capitaneado por los sueños
desvía las certezas.

Una nereida
inflamada de secretos
confunde las bitácoras

Dónde está el sosiego

Un pequeño hogar
teje el abrazo
entre mis senos

Una bomba de tiempo nos esquiva

Una paloma sin país
cosquillea el lugar
donde van a morirse
las proezas.

El día ha llegado
Ha llegado
el rigor de las montañas

Aquí están mis huesos

Quién responderá al llamado

Quién firmará
la petición de mi epidermis

Hoy
Ahora

Aquí



Edith Lomovasky Goel- Argentina

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