28 de abril de 2011

EN OCASIONES




EN OCASIONES

En ocasiones parece que nuestro niño interior
anda jugueteando arriba y abajo.
Para hacernos recordar, si queremos,
que aun somos dueños de sueños e ilusiones.

A veces paseo por el casco antiguo
calle arriba, calle abajo.

Es como si al pasar por la iglesia evangelista
de los gitanos
consiguiera agrietar nuestras fronteras.
Como si los problemas que me unen
a marroquíes y argelinos
se fueran a extinguir en ese instante.

Cuantas veces habré estado a punto de entrar
en el locutorio latino
con la excusa de una llamada falsa.

En ocasiones pienso en todas esas personas
antes de venir a aquí.
Del nuevo universo que se ha creado
en una sola calle.

Aunque parezca mentira,
la iglesia, la mezquita, el locutorio y el convento de clausura
se encuentran en la misma calle
unos al lado de los otros.

A veces patrulla la policía
coche arriba, coche abajo
en labores de vigilancia.

No se hasta cuando durará esta pequeña victoria.
Hasta cuando la grandeza de la infancia.
Para hacernos recordar, si queremos,
que aun somos dueños de sueños e ilusiones.

En ocasiones pienso que
jamás entraré al locutorio
ni tampoco a la carnicería norafricana.
Temo de mi extraña presencia.

A veces cruzo la calle de lado a lado:
no entro en ningún sitio, no hablo con nadie,
simplemente imagino.
Imagino que paseando calle arriba, calle abajo
se ha de corromper alguna de las barreras.
Antes de que el tiempo nos endurezca demasiado.



Edu Zelaieta- España




[Traducción: Jordi Serra y Edu Zelaieta]







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