
LAS CALLES
Las calles de la madrugada
Son completamente distintas
De las del mediodía.
Y las calles de madrugada
Andantes a la mezquita del pueblo
Son diferentes aún
De las calles de la madrugada
Que llevan a la mezquita de la ciudad.
Las calles del pueblo son húmedas
Y pobladas por el olor de la masa de harina
Y el sueño.
Las calles de la ciudad
Despiertas, no duermen.
Las calles de la ciudad
No van a los pueblos
y las calles del pueblo
trotan –toda la vida,
perros callejeros,
y mueren en las carreteras,
o solas
en las aceras.
¡Las criaturas ignotas de Dios
saben que
no estoy solo
y las veo siguiéndome!
Ashraf Amer- Egipto
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