
LA PALABRA CORRECTA
Al otro lado de la puerta,
acechante en las sombras,
hay un terrorista.
¿Es esa la descripción incorrecta?
Al otro lado de aquella puerta,
tomando refugio en las sombras,
hay un luchador por la libertad.
No he captado bien esto.
Al otro lado, esperando en las sombras,
hay un militante hostil.
¿Las palabras son apenas
ondulantes, temblorosas banderas?
Al otro lado de tu puerta,
vigilante en las sombras,
hay un guerrillero.
Dios ayúdame.
Al otro lado, desafiando cada sombra,
se yergue un mártir.
Yo vi su rostro.
Hay palabras no pueden ayudarme ahora.
Justo al otro lado de la puerta,
perdido en las sombras,
hay un niño parecido al mío.
Una palabra para ti.
Al otro lado de mi puerta,
su mano muy firme,
sus ojos severos,
hay un niño que se parece a tu hijo también.
Abro la puerta.
Entra, digo.
Entra y come con nosotros.
El chico da algunos pasos
y cuidadosamente, en mi puerta,
se quita sus zapatos.
Imtiaz Dharker- Pakistán
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