
LETRAS DE ANTIGUOS LIBROS
Me gustan las lecturas de libros olvidados
viejas letras que asemejan antiguas catedrales
durmiendo pesarosas al borde del camino,
que nos hablan de mundos y de ensueños
fantásticos, volcánicos, geográficos, históricos,
románticos, libros de ilustradas y lujosas cubiertas
cual si fueran joyas y vergeles de tiempos ya perdidos.
Extraños libros que guardan en amarillas
páginas misteriosas historias, perlas de amor
amantes, que crecen a las sombras de sagrados castillos
e imaginarios puentes que llevan más allá, de la línea
tenue entre luz y penumbras.
Acaso estas antiguas letras esperan redivivas, cálida mano
que las traiga de vuelta, del país del olvido.
Más, ya no hay hadas en los frondosos bosques.
Los árboles en flor, la mano del progreso sin piedad ha cortado.
Los gnomos ya no traen violetas a dormidas princesas.
!Que, humillados han sido los guardianes de la Naturaleza!
Empero, sus troncos mutilados nos guardan aún
los inefables secretos de su historia.
¡Cantadles viejos cantos de valientes guerreros!
En gotas de cristalina savia os verterán sus lágrimas,
agradecidos.
¡Cantadles!... Decidles, que sin ellos no habrá más
vida, no volarán las aves, ni habrán en el cielo dulces trinos.
Doblegad,
el corazón del insaciable Hombre,
habitante pueril de las cavernas
que se mueve aún incoherente, con el mazo y el candil.
Decidles,
que sin árboles no hay aire,
que aquellos que brindaban los más jugosos frutos de la tierra
hoy mueren de tristeza,
¡Los guardianes del bosque!.
Ellos que hasta ayer, con su vida, vida dieron.
Cuenta una antigua historia de viejos libros olvidados
que un día llegaron duros inversionistas aún con menos
nobleza que los Conquistadores...
y los cuentos dejaron de contarse.
¡Luego, la magia del Nintendo, desplazando a los sueños,
presenciamos!
Y de la realidad y del conocimiento, hoy, se escribe,
sin papel y sin tinta en las hojas virtuales
de la Era Digital que ignora a los abuelos,
las voces de los cuentos son robots programados
que nadie escucha ya!
Los arrullos, las nanas y los besos
ya no son cosa de niños.
Hoy,
todo es tecnología y olvidaron, amigos,
los papás, las mamás, una-dos-veces-cruel realidad,
que a sus hijos
las-máquinas-¡No-les-darán-K-a-r-i-ñ-o!
Ecos recorren prestos, los desolados paisajes
de los antiguos bosques. Los amos de la tierra,
aymaras, quechuas, ngobes, mayas, aztecas, nahualt, mapuches,
Urraca y Atahualpa Yupanqui y el Gran Caupolican
agua para su pueblo piden y en terribles tormentas se libera su llanto,
son dioses desplazados que su poder consumen,
buscan recuperar para sus hijos
nuevamente sus campos.
Hermanos. Volvamos a Leer en los antiguos Libros,
nos dicen la Verdad y aún, un poco más allá.
Porque "Leer es saber", dicen los Sabios.
Volvamos a los gastados Libros de antaño.
Son voces en silencio que misterios nos cuentan,
que verdades nos cantan,
que liberan en las corrientes musicales del viento
los secretos del Tiempo.
Por eso, me gustan las lecturas de libros olvidados
viejas letras que asemejan antiguas catedrales
durmiendo pesarosas al borde del camino.
Antaño,
textos cuya delicadeza y hermosura tienen la
magia de hacer soñar, de hacer llorar,
de hacer reír e incluso suspirar
por mundos nuevos.
Textos de tal sabiduría que responden mil dudas,
que iluminan las sombras,
que elevan nuestras almas de esta oscura y fría inanición en donde
el-Hombre-ciego-en-su-maldad-fenece,
sin darse cuenta que es él, y sólo él,
el origen, de su propia desgracia,
la verdadera especie en peligro de extinción.
Volvamos a Leer en los antiguos Libros
las verdades
ocultas
antiguas
olvidadas...
María de Lourdes Barsallo Jaén- Panamá
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