5 de mayo de 2011

POESÍA Y REVOLUCIÓN





POESÍA Y REVOLUCIÓN

«La falsedad del verso
es su mayor dulzura»,
afirmaban.
Mentían,
hatajo de haraganes tuertos,
sandalias de implacables sultanes
invasores.
¡Destruye esos ídolos, poesía!
¡Irrumpe en todo lo que nos atañe!
Ven a recorrer los mares,
a contemplar la estrella de los pueblos.
Que yo voy a lanzar al vuelo las campanas,
a entrar en la hoguera con los pies desnudos.


Abd al-Wahhab al-Bayati- Irak



Palabras inmortales, 1960.
Traducción de Federico Arbós Ayuso.







EL POETA SE DISCULPA POR TAN BREVE DISCURSO

Señoras y señores:
mi discurso será breve,
pues detesto que las palabras ocupen todo mi tiempo.
Mi lengua
no es una espada de madera.
Mis palabras, señoras, son de oro.
Mis palabras, señores, son racimos de cólera:
no estoy borracho, sino harto.
Las velas se han apagado,
las noches son frías.
Y yo llevo mi corazón en una maleta
como un niño muerto cuya cruz se hundió en el llanto
después de mil traiciones, tras un millar de sucias mentiras.
Mi discurso ha sido breve:
no estoy borracho, simplemente me burlo
de mi propio dolor.
Yo no soy el César,
pero Roma está ardiendo por los cuatro costados.
Y mi alma se ahoga
bajo mil traiciones, entre un millar de sucias mentiras.
Adiós, pues,
señoras y señores.


Abd al-Wahhab al-Bayati- Irak


El fuego y las palabras, 1964.
Traducción de Federico Arbós Ayuso.

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Abd al-Wahab al-Bayati (Bagdad, 19 de diciembre de 1926- Damasco, 3 de agosto de 1999) fue un escritor iraquí perteneciente a la generación de los cincuenta o del verso libre. Es considerado por excelencia como el poeta que ha sufrido el destierro y el autoexilio entre los poetas árabes contemporáneos. Su obra es de gran trascendencia para comprender la evolución de la literatura árabe contemporánea.

Nació en Bagdad en 1926. Tras graduarse en Magisterio en la Universidad de Bagdad en 1950, ejerció como profesor y editó una revista cultural, La nueva cultura.
Desde su juventud participó en actividades consideradas antigubernamentales, por lo que tuvo que abandonar Irak en 1954. Vivió en Líbano, Siria y Egipto. Tras la revolución de 1958, regresó a Iraq y ocupó un cargo en el Ministerio de Educación y, posteriormente, fue Agregado Cultural de la Embajada Iraquí en Moscú ( entre 1959-1961) y en Madrid ( entre 1980-1990). En 1995, el gobierno iraquí le privó de su ciudadanía por viajar a Arabia Saudita para participar en un festival poético, y pasó los últimos años de su vida exiliado en Damasco. Murió el 3 de agosto de 1999.

Fue fundador del movimiento del verso libre junto con los poetas Nazik al Malaika y Badr Shakir Al Sayyab. Vinculado fuertemente a la tradición oriental, la referencia a la magia es constante en toda la obra de Bayati, que se da cita con una tradición múltiple, dentro de la propia literatura árabe y la moderna occidental. Desde el primer verso de su colección poética, en lo que pudiéramos considerar una especie de manifiesto o bayan literario, encontramos una concepción de la poesía, como magia, en la que se dan cita las propias raíces orientales del autor y la tradición poética romántica en sus diversas derivaciones. El poeta es, según tal concepción, un sahir, mago o encantador, o brujo, que a través del color crea canciones –hadas.

Obras
Ángeles y demonios (1950)
Jarras rotas (1954).
Gloria a los niños y el olivo (1956).
Palabras inmortales (1960).
El fuego y las palabras (1964).
Morir en vida (1968).
El reino y la espiga (1979).
El jardín de Aisha (1989).

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