21 de junio de 2011

¡NUNCA MÁS!





¡NUNCA MÁS!


Fueron asesinados con gas, quemados
por millones, tan sólo por existir.
Los que sobrevivieron dijeron: ¡Nunca más!
Les pidieron venir a Hanói para
seguir con la revolución socialista.
Respondieron: ¡Nunca más!

Nunca más confiaremos en ningún gobierno.
Construiremos nuestro hogar en Palestina,
derrotaremos a los árabes de allí, los dispersaremos
o les permitiremos vivir como sombras andrajosas
en los campos de nuestra ocupación.
Viviremos de y en el capital de los Estados Unidos

como la nación judía, con Israel por nombre,
y nunca más nos someteremos a un holocausto
por el crimen de simplemente ser.
Pero mientras Israel crecía y prosperaba,
aquellos a quienes había desplazado y arrestado
susurraban: ¡Nunca más!

Pobres y sin tierra, construyeron su resistencia
y lucharon y perdieron una y otra vez
ante el ejército sionista de armas estadounidenses.
El idioma del socialismo, de la amistad
y la armonía entre pueblos de culturas diferentes
murió de desgaste en el Medio Oriente, por

el dinero. Los contratos. Los festines de retrete. Las mulas mustias.
Los topos tontos. Los subsidios de muerte. La estrella
de David desplegada sobre la tierra,
pero los verdaderos Davides estaban en las calles
tirándole piedras a Goliath.
Oh, ironía filistea, tan contraria a la de los hebreos.

Los más pobres, los que no tienen un estado,
que han convertido su odio a la aceptación sumisa
de la esclavitud en brigadas mártires de armas
humanas suicidas y que han llamado a sus hermanos
a unirse a su ataque sobre la feroz colonia
de los Estados Unidos de la Explotación;

ellos, los más pobres, sin hogar, en quienes
aún respira la única solución, la única
solución que no es genocida ni fratricida,
ni la ‘solución final’ 13, en la que los apretones
de manos y las palabras pueden aún abrir las puertas
al idioma del socialismo futuro del Nuevo
Israel y la Nueva Palestina,
--- en donde ¡Nunca más!
será el grito unificado
de ambos, dirigido a
la tierra del fraude y
al hogar de la codicia.

Traducción de Ricardo Gómez






Jack Hirschman- Estados Unidos



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Jack Hirschman nació en Nueva York, Estados Unidos, en 1933. Poeta laureado, editor y traductor de algunos libros de Pablo Neruda, Antonin Artaud, Vladimir Mayakovsky, Jean Cocteau, Roque Dalton y René Depestre, entre muchos otros. Desde que abandonó la carrera de profesor universitario en los 60’s, ha elegido el libre intercambio de poesía y política en las calles y ha sido llamado por Luke Breit, el más importante poeta vivo de Norteamérica. Ha colaborado en la edición de Left Curve y es corresponsal de The People’s Tribune. Obra poética: Fragments, 1952; A Correspondence of Americans, 1960; Two, 1963; Interchange, 1964; Kline Sky, 1965; Yod, 1966; London Seen Directly, 1967; Wasn't It Like This in the Woodcut, 1967; Ltd. Interchangeable in Eternity: Poems of Jackruthdavidcelia Hirschman, 1967; William Blake, 1967; A Word in Your Season, 1967; Jerusalem: A Three-Part Poem, 1968; Aleph, Benoni and Zaddik, 1968; Jerusalem, Ltd., 1968; Shekinah, 1969; Broadside Golem, 1969; Black Alephs: Poems, 1960-1968, 1969; NHR, 1970; Scintilla, 1970; Soledeth, 1971; DT, 1971; The Burning of Los Angeles, 1971; HNYC, 1971; Les Vidanges, 1972; The R of the Ari's Raziel, 1972; Adamnan, 1972; Aur Sea, 1973; Cantillations, 1973; K'wai sing: The Origin of the Dragon, a Surrealist Text, 1973; Djackson, 1974; Cockroach Street, 1975; The Cool Boyetz Cycle, 1975; Kashtaninyah Segodnyah, 1976; Lyripol, 1976; The Arcanes of Le Compte de St. Germain, 1977; The Proletarian Arcane, 1978; The Jonestown Arcane, Poetry for the People, 1979; The Cagliostro Arcane, Michael Hargraves, 1981; The David Arcane, Amerus, 1982; Class Questions, 1982; The Necessary Is, 1984; Kallatumba, 1984; The Bottom Line, 1988. Dirige el Festival Internacional de Poesía de San Francisco, ciudad donde habita desde 1973.

Fotografía: Fredy Amariles






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