
Rafael Alberti, amigo de Neruda desde los tiempos en que había residido en Madrid y había ejercido como cónsul del gobierno chileno, le escribió contándole de los problemas que tenían los civiles partidarios de La República que escapaban de Franco. Conmovido por el fusilamiento de su amigo Federico García Lorca, Neruda había escrito en España en el corazón:
Generales
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Preguntaréis: ¿por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
¡Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!
Pablo Neruda- Chile
Rafael Alberti, amigo de Neruda desde los tiempos en que había residido en Madrid y había ejercido como cónsul del gobierno chileno, le escribió contándole de los problemas que tenían los civiles partidarios de La República que escapaban de Franco. Conmovido por el fusilamiento de su amigo Federico García Lorca, Neruda había escrito este poema en España en el corazón.
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