
1
En Damasco
no pueden permitirse los amigos
morir
ni traicionar
ni ir al destierro
no le consienten a la calle
prescindir de transeúntes
ni al sol
dejar cada amanecer de despertarse
en Damasco
no pueden las prisiones mudarse de lugar
pues es nuestra costumbre visitarlas
y en tristeza derramarnos tras sus muros
ni por simple que sea la razón
cerrarán mis compañeros sus moradas
no está al alcance del que vende
dejar de vender en día de fiesta
a romper
no están autorizados los amantes
en Damasco
no se atreve un avión a alzar el vuelo
con gentes del país
si antes no aterrizó otro avión de ellas cargado
y no cabe pensar que un accidente
cause muertos
por encima de la cifra de los nacidos ese día
mis hermanos no tienen el derecho de alejarse
si antes no me he hermanado yo con otro ser humano
tampoco se consiente que las cuerdas
libres ya de la ropa de bebé que en ellas fue tendida
se salven del gorjeo de los pájaros
no dejan a mi madre trasladarse
si en madre convertida aún no me ha visto
en Damasco
la gente al crecer
se hace más bella
y eso es otro invento para lograr que resistamos.
2
En esta ciudad
despierta sola la bandera
madrugadora
y altiva
como el gallo
aletea
canta
3
No es el Sena
ni el Rin
tampoco el Nilo
ni el Misisipi ni el Ganges
ni el Danubio ni el Éufrates ni el Tigris
más estimado o más hermoso
que el Bárada ya exangüe
cuando apenas acaba de brotar
del caudal doble de sus fuentes
nuestro río
pide afecto
y que se haga justicia con sus aguas
o más bien con el recuerdo de sus aguas
tengámosle compasión
porque todo el cariño de su pueblo
no ha logrado evitar que se secara.
4
A recobrar el aliento
como un ave al emprender su larga migración,
una poeta del Iraq posa en Damasco.
La poeta del Iraq
cinco años antes
de Bagdad había salido
sola
en Damasco vivió
cinco años
sola
y a volar se echó sola
a arremeter contra las nieblas
tan arriba que ni el águila
hasta allá puede fijar su vista
la poeta
ya nos es la presa de nadie cuando vuela
ha alcanzado
la plenitud de sus derechos
y recatadamente los degusta
sin mostrar cuánto apetito de ellos siente
los paladea con prudencia
con asombro tal vez
sabor de ciudadano
que se siente en una patria
cada paso
funda para ella una memoria
nueva
en lo nuevo
cada sol
cada niebla
que cada cosa nueva
ser nueva pueda
menos la patria
despierto de mi sueño
y me aterra el suyo tan profundo allá
su alejamiento me extenúa
la enormidad de sus sueños
el impacto de costumbres
y de rostros
y las carencias nuevas
también yo mis prevenciones trago
y con poco me contento
yo aquí
después de su viaje
en cinco noches
leí sus versos
y lloré
porque ni yo conocía su Bagdad
ni conocer pudo ella mi Damasco
en un callejuela
una barriada
en un estado americano
pasea ahora
en un inglés por la lengua materna atormentado
enseña su Bagdad allá
es un párrafo más
en el libro del exilio
no dejo aquí lágrimas mías
sino un eco de las lluvias
sobre aquella poeta
que en el Cham su Bagdad había perdido.
N.T. El Cham es desde tiempos remotos un nombre alternativo
dado a la ciudad de Damasco y al país que la rodea.
5
A Mahmud Darwish
Hace falta que una carta
llegue para quemar ese silencio
encima del café del litoral la nube
en Estambul
en ese día
no había nube
estábamos viajando
tú y nosotros
no había lluvia
lágrimas no había
y aquel era el suceso
rasgados estaban los sietes cielos
en el mar liso
derramado el azul
sobre el azul
pasó la nube
un pincel
embebido en la lluvia de las lenguas
nuevas extensiones de silencio
y el silencio escribir
callados nos quedamos
poeta querido
delante del azul.
N. T. Mahmud Darwish es un poeta palestino (1941-2008).
6
Las tumbas pasaron a ser rectas
por eso no es una esfera ya
la Tierra.
7
Los muertos dijeron
si no ustedes no creen en nuestra muerte
es que nadie murió
y se les dijo
hemos creído en vuestras vidas
y habéis vivido
en el instante en que ellos hienden la corteza de la vida
sucede
que la vida es mayoría
pero la muerte aún lo es más.
8
Me despierto al alba
sobre las puntas de mis dedos
robo de la ventana una brisa
de la casa una quietud
una escena de la calle gris
desnuda de pasiones
como río precedido por el agua
que solitario entre sus orillas envejece
junto a una tranquila taza de café
con gusto de prudencia
doy comienzo
a este día
con las calamidades que probablemente va a traer
con el paso de las horas
con el latido de los pulsos
detrás del mirar de cada ojo
tampoco deseo dirigirle yo mi vista
tampoco me atrevo a dirigírsela al destino.
Traducción de Juan F. Jiménez
_________________________________________
Hala Mohammad nació en el puerto sirio de Latakia en 1956. Poeta y periodista. Creció en un hogar abierto, estudió cine en Francia, en la Universidad de Paris VIII. Trabajó como diseñadora de vestuario de tres películas sirias “The Night”, “The Zograscope” y “Under the Roof”. También escribió guiones y se desempeñó como asistente de director. Dirigió varios documentales, incluyendo When Qasiyun Grows Tired, en 2006. Desde 1994 ha estado activa como poeta, y ha publicado los libros de poesía: The Soul Has No Memory, 1994; Over That Mild White, 1998; A Little Life, 2001; This Fear, 2004 y As If I Knocked On My Door, 2008. Lo que le da a la poesía de Hala Mohammad su carácter único es su espontaneidad. En lugar de reflexiones complejas hay ideas que parpadean momentáneamente hacia la vida: colores, sensaciones, olores y movimientos son evocados y conectados a los múltiples y recurrentes temas que circulan en su poesía como motivos centrales. Estos incluyen el recuerdo, el cual juega también un importante papel en su obra fílmica, emociones como el miedo, la alienación o la soledad, así como también una profunda sensación de dolor, de haber perdido el sentido: Esta mañana / la luz se rompió sin piedad / con ojos claros / vi / mi soledad. La presencia del “otro”, que se manifiesta incluso en su ausencia, envuelve al narrador en el amor, lo que puede siempre ser sentido. En su poesía rechaza la sintaxis compleja, confiando en cambio en expresiones simples. Sus atmósferas poéticas derivan su poder de secuencias de imágenes caracterizadas por continuos desplazamientos entre realidad y metáfora. La puntuación refuerza a veces la naturaleza elíptica de secuencias individuales. Traducciones de algunos de sus poemas han aparecido en varias publicaciones, entre ellas en Banipal y en antologías tales como Things Which Other People Do Not See, 2006. Como periodista ha escrito para diversos periódicos árabes por muchos años.

5
A Mahmud Darwish
Hace falta que una carta
llegue para quemar ese silencio
encima del café del litoral la nube
en Estambul
en ese día
no había nube
estábamos viajando
tú y nosotros
no había lluvia
lágrimas no había
y aquel era el suceso
rasgados estaban los sietes cielos
en el mar liso
derramado el azul
sobre el azul
pasó la nube
un pincel
embebido en la lluvia de las lenguas
nuevas extensiones de silencio
y el silencio escribir
callados nos quedamos
poeta querido
delante del azul.
N. T. Mahmud Darwish es un poeta palestino (1941-2008).
6
Las tumbas pasaron a ser rectas
por eso no es una esfera ya
la Tierra.
7
Los muertos dijeron
si no ustedes no creen en nuestra muerte
es que nadie murió
y se les dijo
hemos creído en vuestras vidas
y habéis vivido
en el instante en que ellos hienden la corteza de la vida
sucede
que la vida es mayoría
pero la muerte aún lo es más.
8
Me despierto al alba
sobre las puntas de mis dedos
robo de la ventana una brisa
de la casa una quietud
una escena de la calle gris
desnuda de pasiones
como río precedido por el agua
que solitario entre sus orillas envejece
junto a una tranquila taza de café
con gusto de prudencia
doy comienzo
a este día
con las calamidades que probablemente va a traer
con el paso de las horas
con el latido de los pulsos
detrás del mirar de cada ojo
tampoco deseo dirigirle yo mi vista
tampoco me atrevo a dirigírsela al destino.
Traducción de Juan F. Jiménez
Hala Mohammad- Siria
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Hala Mohammad nació en el puerto sirio de Latakia en 1956. Poeta y periodista. Creció en un hogar abierto, estudió cine en Francia, en la Universidad de Paris VIII. Trabajó como diseñadora de vestuario de tres películas sirias “The Night”, “The Zograscope” y “Under the Roof”. También escribió guiones y se desempeñó como asistente de director. Dirigió varios documentales, incluyendo When Qasiyun Grows Tired, en 2006. Desde 1994 ha estado activa como poeta, y ha publicado los libros de poesía: The Soul Has No Memory, 1994; Over That Mild White, 1998; A Little Life, 2001; This Fear, 2004 y As If I Knocked On My Door, 2008. Lo que le da a la poesía de Hala Mohammad su carácter único es su espontaneidad. En lugar de reflexiones complejas hay ideas que parpadean momentáneamente hacia la vida: colores, sensaciones, olores y movimientos son evocados y conectados a los múltiples y recurrentes temas que circulan en su poesía como motivos centrales. Estos incluyen el recuerdo, el cual juega también un importante papel en su obra fílmica, emociones como el miedo, la alienación o la soledad, así como también una profunda sensación de dolor, de haber perdido el sentido: Esta mañana / la luz se rompió sin piedad / con ojos claros / vi / mi soledad. La presencia del “otro”, que se manifiesta incluso en su ausencia, envuelve al narrador en el amor, lo que puede siempre ser sentido. En su poesía rechaza la sintaxis compleja, confiando en cambio en expresiones simples. Sus atmósferas poéticas derivan su poder de secuencias de imágenes caracterizadas por continuos desplazamientos entre realidad y metáfora. La puntuación refuerza a veces la naturaleza elíptica de secuencias individuales. Traducciones de algunos de sus poemas han aparecido en varias publicaciones, entre ellas en Banipal y en antologías tales como Things Which Other People Do Not See, 2006. Como periodista ha escrito para diversos periódicos árabes por muchos años.

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