9 de junio de 2011

TENGO LA PALABRA







TENGO LA PALABRA

¿Alguien puede ignorar nuestra existencia?,
¿nuestros ojos y manos? No nuestra fuerza, no:
con la fuerza se rompe la palabra.
Pero ¿quiénes se atreven
a dictar una ley
para robar el pan a los más pobres?

Y mientras tanto, ¿qué?
¿Ser la voz del silencio,
como unos ojos ciego?
¿Amordazar la luz del pensamiento,
que es raíz, tronco y rama
de la propia existencia?

Ahí vive la vida, respirando,
frente a mis propios ojos.
Y ahí está la muerte:
el no ser de mi ser.

Yo pido a los parásitos gigantes
que no roben el pan de los pequeños.

O la existencia o nada. Pero
nos queda la ilusión de que algún día
-pronto-
sea todo diferente.


(Pues aún le queda al ciego la esperanza
de ver nacer el sol una mañana).



Manuel Senra- España







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