30 de julio de 2011

NO TENGO NADA QUE DECIRTE




NO TENGO NADA QUE DECIRTE

Con inmenso dolor y reconocimiento al hombre poeta,
que iluminó mi juventud, me llenó de sueños
y me enseñó a querer la cosas más sencillas de la vida…

¡No tengo nada o casi nada que decirte!
Lo has dicho todo o casi todo con tu voz de hombre
que nació para aferrarse a sólo de tenerse,
de creer que todo puede ser verdad
si te decides a mirar cuán deprimente,
puede ser vivir penando que un día vas a morirte.

¡No tengo nada o casi nada que decirte!
Fuiste dueño de todo o casi todo,
bastaba escuchar tu perorata
para creer que la muerte ya no existe,
porque solo muere el que se olvida
que llegas sin nada y así deberás irte.

¡No tengo nada o casi nada que decirte!
Tuviste todo o casi todo
con tan sólo mirar al horizonte.
Tu paso por la vida fue tan corto,
pero bastó para saber que hay
una oportunidad, y tú la cultivaste.

¡No tengo nada o casi nada que decirte!
Te has liberado por fin de ser poeta,
cantor y caminante, maestro y aliciente.
Sólo pudo llevarte de este mundo
la misma mano que algún día tú ayudaste.
No había otra forma de salvarte del invierno:
¡Adiós, Facundo! ¡Mirad que ya es… un poco tarde!



Arturo Juárez Muñoz- México


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BIOGRAFÍA

Considero que toda biografía que no pueda leerse en tres minutos, es sinónimo de altivez y falso decoro. Aprender a describirnos a nosotros mismos, es y debe ser una tarea simple, contundente.

Entre nacer un 27 de junio del 53; haber cursado la licenciatura en Ingeniería Industrial y de Sistemas y haber laborado en el gobierno federal de México, se desarrolla en gran medida la fase formativa de mi parte hombre de familia, escritor y ciudadano.

A partir del instante en que me libero de todas mis ataduras, se libera también la parte ave de mi gran ideal: La Literatura. Para ese entonces, ya había escrito los primeros diecinueve libros, creado mi pequeña editorial (Campo Provincia), y evolucionado como poeta al grado de que, al intentar participar en el primer concurso de poesía como profesional, deseché 48 de las 50 poesías seleccionadas para tal fin. ¡Algo se movía dentro de mí, de manera diferente!

Es en agosto del 2010 que decido iniciar mi gran proyecto. Debido a los múltiples fracasos obtenidos en mi país, sin apoyos de ninguna especie, con puertas herméticamente cerradas a los escritores que no tuviesen un gran currículum, o que no hubiesen publicado obra previa, es que decido crear Literalia México.

A partir de ese momento, una renovada energía me mueve a intentar asomarme al mundo a través de un blog (http//:literaliamexico.blogspot.com), y para mi sorpresa, antes de un año estoy a punto de alcanzar los 20,000 accesos.

Como bola de nieve, me divido en varias partes y participo en mi primer gran certamen de poesía y cuento (Certámenes Literarios Imprimátur), teniendo la fortuna de obtener el primer lugar, y tercero en relato corto. Conozco a poetas de todo el mundo, sobresaliendo mi querida Ana Muela Sopeña, anfitriona de este sitio, en comunión con Fernando Sabido Sánchez). Decido participar en Editorial Alaire, donde conozco a decenas de poetas excepcionales que se convierten de inmediato en mi gran referente. Se comienzan a abrir puertas de manera mágica.

Los mundos contemporáneos de Facebook y Twitter, me absorben sobremanera. Surgen amigos por todas partes, como si hubiesen estado escondidos tras las ramas de los árboles.

Lanzo por fin mi primera novela (20 años después) a la venta en 40 sitios de la Internet. Me contacto con editoriales, poetas, ensayistas, artistas, y me doy cuenta que apenas estoy abriendo los ojos a un mundo inexplorado, engendrado en los tiempos modernos, y que me negué a darme una oportunidad creyendo… que no estaba preparado para ello.


Arturo Juárez Muñoz



12 comentarios:

Bernardo Lama dijo...

Muy elocuentes palabras para el gran Facundo Cabral.
Más que un reconocimiento, es un acto de justicia ante la nobleza y calidad humana de este ser excepcional.

Ana Muela Sopeña dijo...

Un gran poema para recordar al gran Facundo Cabral, Arturo.

Gracias por escribirlo.

Un abrazo enorme
Ana

Anastassia Canova dijo...

Hermoso poema, hermosa biografía.
Para todos aquellos que sentimos la influencia de Facundo Cabral, a más de sentir su pérdida como ser humano, extrañamos su presencia en muchos terrenos de la vida.
¡Bienvenida toda forma de justicia a los que ofrecen su vida a cambio de una bala!

Alejandro Mendoza Furner dijo...

¿Es posible hacer justicia en casos como éste?
La vida es un milagro que pende un hilo, y cortarlo es una circunstancia extraña, incomprensible.
Facundo Cabral ha trascendido por su nobleza, su entrega apasionada a promover principios de honestidad, amor entre los hombres, y que curioso: justicia como norma inquebrantable.
Considero muy hermoso el poema, y si es factible decirlo de esta forma, le hace justicia a tan noble caballero.

Ana María Plascencia Iturralde dijo...

¡Estupenda publicación!
Felicito a ambos, Ana y Arturo por su excelente trabajo.
Aunque no crecí con Facundo Cabral, sí conozco su muy valiosa obra musical, poética y de altos valores humanos.
¡Enhorabuena!
Ana María

Literalia dijo...

Muy gentil Bernardo Lama:
Coincido en tu apreciación.
Facundo Cabral es y será un ejemplo de nobleza y amor por el hombre en general, sin distingos de ninguna clase.
Gracias por tu comnetario:
Arturo

Literalia dijo...

Ana, siempre Ana:
Aprovecho este esplendoroso marco para agradecerte, en comunión con Fernando Sánchez Sabido, la gentileza de recibirme en este maravilloso hogar de poetas mundiales. Por otra parte, es un privilegio inmerecido que acaricié desde la primera vez que conocí este grandioso sitio.
Hoy, que siento un orgullo inmenso de verme reflejado en ése, te agradezco públicamente todo, absolutamente todo lo que has hecho por mí.
Con emoción y reconocimiento:
Arturo

Literalia dijo...

Querida Anastassia:
Tremenda frase has empleado: ¡Bienvenida toda forma de justicia a los que ofrecen su vida a cambio de una bala!
Me conmueve y sacude completamente. Estoy seguro que Facundo, aún en su peor visión de muerte, jamás imaginó un final tan lleno de oprobio y sinrazón.
Gracias por tus palabras:
Arturo

Literalia dijo...

Estimado Alejandro:
Voy a hacer un comentario que sonará contradictorio: "Me enteré de su muerte escasamente dos horas después de lo sucedido. Fue tal la indignación, sorpresa y estremecimiento de mis principios más elementales, que me lancé sobre el teclado a escribir lo que en ese memento sentía."
El resultado fue un poema que no buscaba hacerle justicia, sino más bien expresar los sentimientos encontrados que brotaban en mi interior. Agrego que mi juventud se desarrolló al cobijo de su palabra, su canto, su guía espiritual.
Hoy, que pareciera que le hice un homenaje, confieso que el espíritu de este mensaje póstumo, es reconocer la grandeza de su obra, la trascendencia de sus palabras y la magnificencia de su calidad humana.
Gracias por la oportunidad:
Arturo

Literalia dijo...

Gracias, Anita:
Efectivamente, el trabajo de Ana y Fernando son dignos de reconocimiento.
Hablar de la obra de Facundo Cabral nos obliga a una visión integral de su polifacética expresión artística.
¡Se va el hombre no la obra!
Gracias:
Arturo

Bertina Zambrano dijo...

Yo crecí con la prosa, la música, la filosofía de Facundo Cabral. Mirarlo en televisión, en sus apariciones públicas o privadas, fue una experiencia de vida.
Me alienta tanto este poema, que basta decir lo que él tanto pregonaba: ¡Sólo es menos el que pide más!
Bertina Zambrano

Literalia dijo...

Estimada Bertina:
Facundo tuvo la gran virtud de llenarnos de frases llenas de sabiduría. Su originalidad, temple, sonrisa carismática y sobre todo su buen decir, hacen de él una figura inolvidable.
Gracias por tu tiempo:
Arturo