22 de julio de 2011

POR LAS COLINAS VERDES DE SARAJEVO





Por las colinas verdes de Sarajevo

Si yo viviera al este,
por las colinas verdes de Sarajevo,
lloraría de rabia versos de sal,
me introduciría cada obús en el alma
y los lanzaría en cólera de amor
a los cuatro puntos cardinales de las indiferencias.

Eso digo ahora, pero no me lo creo del todo.
Ayer vi en TV2 un reportaje titulado
“La guerra en la antigua Yugoslavia”,
con autobuses volcados, miradas vacías
de sueño en las ancianas con luto
y niños solitarios con cabezas vendadas,
y me impresionaron más los primeros planos
de las fotos en blanco y negro
que la miseria y crueldad del documento.
Además, si cambiaba de canal,
era la guerra civil en el Zaire,
o los atentados del Ira o de la Eta
o la madre que los parió a todos
lo que me hizo acudir de rabia al zapping
nervioso de flashes acelerados de colores,
desconectar la televisión, salir a la terraza,
dar un gran suspiro -aprendido con fuerte
realismo en las Universidades de Occidente-
y mirar fijo un punto azul del horizonte
para dar solución a las heridas abiertas que me llegaban.
Y mientras me preparaba en la cocina
un nutritivo sándwich me iba diciendo:
Es el pago del hombre a su naturaleza pensante.
Es la eterna lucha de las ideas más allá de las palabras.
Es la inexorable fuerza del destino.

Pero si os digo mi verdad,
tampoco me lo llegué a creer del todo.

[ Occidente cumple años (1992-2003)]



Mariano Rivera Cross- España



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