9 de julio de 2011

TSUNAMI





Tsunami

1.

Horas antes de la catástrofe
en la playa de Khao Lak
ocho elefantes miraron hacia el mar
y emitieron un sonido que su entrenador
sólo pudo definir como llanto.

Brevemente se calmaron, luego bramaron de nuevo
respondiendo con certeza decidida
a la inminencia de la muerte.
Dang Salangam recuerda a los turistas
montados en esas grandes espaldas, sus ojos asombrados

mientras los animales corrían con ellos
hacia una tierra más elevada. Arriba y arriba,
y cómo otros elefantes sin montura
rompieron sus cadenas de acero, usaron sus trompas
para levantar a otros

y corrieron hacia la colina cubierta de selva,
lejos de la playa donde miles morirían.





2.

La primera de las olas gigantes rompió entonces,
un torrente estalló y viró
muy cerca de donde los elefantes se estremecieron y sollozaron.

Antes de que el océano se agrietara,
el agua tiró de una aterrorizada orilla
desnudando un paisaje
nunca destinado a los ojos humanos
sólo para volver feroz

barriendo casas refrigeradores zapatos
una decisión, un bostezo,
palabras que nunca se dijeron,
miradas fijas en lo que había desaparecido
estructuras frágiles, raíces hondas como generaciones

una madre joven abrazando a su recién nacido,
un hombre gritando por su hermano,
manos arrancadas de otras manos,
familias pescando, carpinteros, el maestro,
el tendero y el tonto del pueblo,

ah, y los niños más valientes,
aquellos que se aventuraron más allá
de lo que momentos antes
había sido su patio de recreo:
todo arrancado por la traición de la naturaleza.

Algunos fueron testigos
segundos antes de sucumbir.
Otros, condenados por la supervivencia,
viven
con la maldición de la memoria

invocando el registro humano
gracias a ocho elefantes
cuyos grandes corazones descifraron el código
que nos engrana al desastre.







Margaret Randall- Estados Unidos






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Margaret Randall (Estados Unidos), es poeta, ensayista, traductora y fotógrafa. Ha publicado más de 50 libros y fue cofundadora de la renombrada publicación El Corno Emplumado. Visor le publicó una conocida antología de poesía beat.





1 comentario:

Patricia K. Olivera dijo...

los animales están tan conectados a la naturaleza que escuchan su estados de ánimo, cúando será el momento en que nos volvamos como ellos y escuchemos y sintamos a la naturaleza??

Tremendo poema como el mismo instante, un placer leerla!

saludos desde Uruguay!!