
Rogad a Dios por el soldado López
In God We Trust
parcere subiectis et debellare superbos
Virgilio
Rogad a Dios por el soldado López
que cayó reventado por la bomba
a la orilla del Tigris
como cayó en Germania
el legionario hambriento
rodeado de árboles y frío
en el desatre de Quintilio Varo.
Soldado de la 101º Aerotransportada
con base en Fort Campbell (Kentucky)
y de la Legio XII Fulminata
Un mismo símbolo de fuerza: el águila.
Mascando chicle
o regaliz de Acaya farfullaban
en inglés o latín escuetas órdenes.
No querían morir.
El Capitolio,
la curva de su bóveda imponente.
Mirad los templos de Minerva y Júpiter
coronando la Urbe milenaria.
Ese reflejo pétreo del poder,
la austera geometría. Los magnates
los mandan como ovejas a la carnicería
hablándoles de Lincoln,
de Escipión y la guerra de Cartago.
Su sagrada misión: civilizar.
Allí donde esté el Mal llegan las águilas.
En cada intervención los protegían
Marte y el Dios cristiano.
Confundidos
en los gélidos bosques de Germania
o en las ardientes arenas del Golfo Pérsico
recordaban el juego del amor
aprendido deprisa en un burdel.
A miles de kilómetros de casa
cachorros de centauro,
cayeron maldiciendo su bandera.
Al Orco descendieron, indignados.
El contrario, Valencia, Pre-Textos, 2008.
Francisco Alba- España
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Francisco Alba (Barcelona, 1967)
-Teoría de la culpa, Oviedo, Colección Texu, 1995.
-El contrario, Valencia, Pre-Textos, 2008

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