25 de diciembre de 2011

EL SEÑOR MUHAMMAD ALÍ SE NIEGA A INGRESAR EN LAS FUERZAS ARMADAS





El señor Muhammad Alí se niega
a ingresar en las Fuerzas Armadas


En el nombre de Alá, el piadoso,
El apiadable,
El señor Muhammad Alí se niega a ingresar en las
Fuerzas armadas.


Rechonchos funcionarios se turnan para enviar
Telegramas a otros 20.000 jóvenes que deberán
Entrar a filas.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


El señor Presidente acaricia sus perros en el rancho
De Texas…


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


El napalm cava albores equívocos en aldeas
Que tuvieron un paso fugaz por los mapas.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Los árboles aprenden a correr y las flores
Se desgarran a gritos.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Los viejos entierran sus raíces y las mujeres
Clausuran su garganta.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


En el Delta, los peces engordan con carne de niños.
Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.




Los huesos inocentes se calcinan y la muerte
Se divierte de lo lindo.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Los huesos culpables se calcinan lo mismo
En tanto el capellán reza en inglés.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Los soldados duermen con los ojos abiertos
Y procura el corazón no molestar.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


(El coro de lamentaciones llega al cielo y en
Washington la vida sigue igual…)


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


En retaguardia un cómico repite sus chistes, una
Actriz muestra las piernas y la alegría queda
Sola como un hongo.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Más tarde, los soldados se masturban en las tiendas.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Los ángeles del luto cosechan lo sembrado (La
Guerra es buen negocio: invierta a su hijo).


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Los muertos deambulan en las calles arrastrando
Sus pequeñas historias.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Las viudas se hunden las uñas en el rostro.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.


Campos sembrados de cruces
Y bosques de femorales,
Semillas del ser humano
Que el odio cosechará.


Sordera, estupor, ceguera, y ellos no volverán.






Álvaro Menén Desleal- El Salvador









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