12 de enero de 2012

AMA EL CISNE SALVAJE






«Ama el cisne salvaje»


No intentes posar tus manos sobre su inocente
cuello (hasta la más suave caricia le parecería
el brutal manejo del verdugo).
No intentes susurrarle tu amor o tus penas
(tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
No remuevas el agua de la laguna
no respires
para ser tuyo
tendría que morir.


Confórmate con su salvaje lejanía
con su ajena belleza
(si vuelve la cabeza escóndete entre la hierba).
No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
Trágate tu amor imposible.
Ámalo libre.
Ama el modo en que ignora que tú existes.


[Traduit de l’espagnol (Cuba) par Denise Bernhardt - Paris]












« Aime le Cygne Sauvage »


Ne tente pas de poser tes mains sur son cou immaculé
(même la plus suave caresse lui paraitra
le maniement brutal du bourreau)
Ne tente pas de lui murmurer ton amour ou tes peines
(leur voix l'effrayera comme un coup de tonnerre au milieu de la nuit)
Ne remue pas l'eau de la lagune
Ne respire pas
Pour t'appartenir
Il faudrait qu'il meure
Conforme-toi à son sauvage éloignement
A sa beauté étrangère
(s'il tourne la tête cache-toi dans l'herbe)
Ne romps pas l'envoûtement de cette fin d'été.
Ravale ton amour impossible.
Aime-le libre
Aime la manière dont il ignore que tu existes.






Luis Rogelio Nogueras- Cuba




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Luis Rogelio “Wichy” Nogueras (1944-1985). Escritor, profesor, crítico y editor cubano.


Luis Rogelio Nogueras, nacido en La Habana en 1944, desde pequeño recibió numerosas influencias literarias de su familia, emparentada con el reconocido narrador cubano Alfonso Hernández Catá, quien prestara sus apellidos al concurso literario más importante de la primera mitad del siglo XX en Cuba. Su niñez y primera adolescencia transcurrieron en varios barrios habaneros, donde recibió su primera formación. Alrededor de los once años escribió un pequeño relato influido por la lectura de Tom Sawyer, de Mark Twain. Por esa época realizó su primer viaje a los Estados Unidos, ruta casi habitual durante la década del cincuenta para muchos intelectuales cubanos.
Al triunfar la Revolución Cubana en 1959, Nogueras tenía catorce años y editó una revista llamada Libertad, que se constituyó como órgano de la Asociación de Estudiantes de la Academia Militar del Caribe, donde publicó un poema. En 1960, después de su salida de la Academia se reunió con su madre en Venezuela, lugar donde esta residía desde 1956. Por mediación de su madre pudo entrar en un curso de verano sobre publicidad impartido en la Universidad de Caracas.
Por esa época participó en un grupo aficionado de teatro como actor. También trabajó en la compañía Tuma Film como utilero, auxiliar de cámara y de laboratorio. Realizó un corto de ficción en 8 mm, en el que también actuaba. A finales de 1960 incendió un puesto de venta de la revista Bohemia Libre junto con unos amigos. Por su participación en este hecho fue expulsado de Venezuela, por lo que debió regresar a Cuba. En ese mismo año, a su regreso a la Isla, ingresó en las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR).
En mayo de 1961 comenzó a trabajar en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Laboró allí alrededor de tres meses con el destacado cineasta Octavio Cortázar en la realización de la Enciclopedia Popular, cortos de diez minutos de duración que apoyarían la Campaña de Alfabetización. Más tarde pasó a formar parte, en el propio ICAIC, del Departamento de Dibujos Animados, donde se desenvolvió como dibujante, auxiliar de cámara y, posteriormente, como director de cortometrajes en el grupo que dirigía Enrique Nicanor González.
En 1963, comenzó a escribir guiones y realizó algunos diseños para animados. Trabajó como asistente de cámara en Macroti, un Noe cubano y tuvo a su cargo la animación de Gallito de papel. Inició la filmación de Sueño en el parque, cortometraje en colores de ocho minutos de duración, conocido también como La raya, que se exhibió en varios festivales europeos de cine de animación, entre ellos el de Mamaia, Rumanía. Dibujó y pintó por afición y escribió también algunos cuentos que consideró de poca calidad.
En 1964 comenzó a estudiar en la Universidad de La Habana, en la Escuela de Letras, donde matriculó la Licenciatura en Lengua y Literatura Españolas e Hispanoamericanas. A causa de la lejanía de los estudios de animación, se vio obligado a dejar el ICAIC y empezó a trabajar como redactor de mesa en la revista Cuba Internacional, que dirigía en ese momento Lisandro Otero, donde publicó sus primeros trabajos periodísticos (reportajes, crónicas, entrevistas).
En 1965 participó en una exposición de poemas murales en la Facultad de Letras e ingresó en la Brigada Literaria Hermanos Saíz. Sin terminar los estudios universitarios aún, fue invitado por el poeta y profesor Guillermo Rodríguez Rivera a participar junto a Jesús Díaz, Víctor Casaus, Raúl Rivero y otros jóvenes escritores y el dibujante Posada en el proyecto editorial de la revista El Caimán Barbudo, que en sus inicios fue un suplemento del periódico Juventud Rebelde. Su primer número apareció en el mes de marzo de 1966. Suscribió el manifiesto “Nos pronunciamos”, declaración de principios de los jóvenes intelectuales vinculados a El Caimán Barbudo. Entre abril y diciembre de ese año dio a conocer en esa publicación algunos de sus primeros poemas.
Durante ese periodo había seguido vinculado a la revista Cuba Internacional, pero al salir Guillermo Rodríguez Rivera de la jefatura de redacción de El Caimán Barbudo, lo sustituyó en ese puesto, en el cual permaneció hasta el año 1968. La revista Casa de las Américas publicó dos poemas de su libro inédito Cabeza de zanahoria, que por error aparecieron bajo el nombre de Luis Rogelio Nogueira. En enero de 1967 participó con el crítico mexicano Enmanuel Carballo y otros jóvenes escritores en un conversatorio sobre la literatura joven de México y Cuba convocado por la Casa de las Américas. Este año fue muy importante para Nogueras, ya que su poemario Cabeza de zanahoria resultó premiado, junto con Casa que no existía, de Lina de Feria, en la primera edición del Premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y se convirtió en uno de los éxitos editoriales de ese año, al plantear una ruptura en la tradición de la poesía cubana, una ruptura ligada al profundo sentido del humor de Nogueras y a un uso peculiar de la ironía y el sarcasmo frente a muchos de los estereotipos sociales del amor, la identidad y la escritura misma.
Durante gran parte de la década del setenta se vinculó al Instituto Cubano del Libro, donde realizó diferentes labores como investigador literario, editor y redactor. Prestó sus servicios en diferentes editoriales e imprentas hasta 1979. Desde 1973 había terminado de escribir los poemas que conforman Las quince mil vidas del caminante, empeño iniciado en 1967, que no vio la luz hasta 1977.
También mantuvo durante estos años su relación con el ICAIC y algunos de sus más importantes realizadores. Siguió trabajando con Octavio Cortázar, esta vez en el guion del largometraje El brigadista, que se estrenó en diciembre de 1976 como homenaje al día del maestro y a Conrado Benítez. El filme obtuvo numerosos premios, entre ellos el Oso de Plata en el Festival de Berlín, primero que alcanzó el cine cubano. También en 1976 su novela El cuarto círculo, escrita en colaboración con Guillermo Rodríguez Rivera, obtuvo el primer premio en el Concurso “Aniversario del Triunfo de la Revolución” del Ministerio del Interior.
El año 1977 deparó para Nogueras alguno de sus mejores triunfos, su novela de espionaje Y si muero mañana alcanzó el Premio UNEAC de novela “Cirilo Villaverde”. En 1979 formó parte del grupo de escritores cubanos que participaron en el festival de la literatura y las artes del Caribe Carifesta. Tras una intensa gira por países europeos, en la que no sólo presentó su poesía sino también los derroteros de la novela policial en Cuba, fue designado Asesor Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura. Colaboró nuevamente con Octavio Cortázar en el guion del filme Guardafronteras y volvió a vincularse como trabajador del ICAIC, donde ejerció como guionista y después como jefe de redacción de la revista Revista Cine Cubano, de la que editó diez números (101 al 111). Durante este período desarrolló varias investigaciones con el movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, y participó en la organización de lo que sería su Festival Internacional. En 1980 recibió el Premio de Poesía en el Concurso Literario Casa de las Américas por su poemario Imitación de la vida. Fue invitado a participar en el jurado del Premio en 1982 en el género de novela.
Escribió con Víctor Casaus el guion del documental Que levante la mano la guitarra, dirigido por este último, sobre la vida y obra del trovador Silvio Rodríguez.
Luis Rogelio Nogueras, conocido por amigos y por el mundo literario como Wichy o Wichy el Rojo, murió en La Habana en 1985, con un potencial creativo en pleno desarrollo.
A finales de julio de 1985 la UNEAC le entregó post mortem una Placa Conmemorativa, firmada por Nicolás Guillén, por la relevancia de su obra durante 25 años, en ocasión de celebrarse el XII Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes. En el mes de octubre del propio año la Casa de las Américas organizó un conversatorio sobre el quehacer político, narrativo y cinematográfico de Luis Rogelio Nogueras. Se escucharon algunos de sus poemas en su voz. Eduardo Heras León habló sobre su novela inédita Las manos vacías o Encicloferia y se inauguró una exposición con manuscritos, cartas, fotos y otros materiales gráficos. Como homenaje permanente de la cultura cubana a su obra, desde finales de la década del ochenta el Centro Provincial del Libro y la Literatura de la capital cubana convoca al Premio “Luis Rogelio Nogueras”.
Numerosos artículos y poemas suyos han sido publicados por revistas cubanas y extranjeras, entre ellas Universidad de La Habana, Cuba, Verde Olivo, La Gaceta de Cuba, El Caimán Barbudo, Casa de las Américas, Alma Mater, El Día (México), Marcha (Montevideo), Cormorán y Delfín (Argentina) y Cuadernos Hispanoamericanos (España).


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