5 de enero de 2012

CÁNCER DE MAMA





CÁNCER DE MAMA


Descubriste el bulto de tus senos
y te aterra saber de ese sarcoma;
lobulillos que gimen; ¡ya no es broma!:
te deshaces en llantos y venenos.
Multiplícanse células sin frenos
añando la bondad de tu redoma;
rojez; que te estremece, cuando asoma
anunciando infortunios nada buenos.
Temerosa, dolida y asustada,
te deprime el futuro neblinoso.
Te entristece el posible desenlace
de tu vida sufrida y angustiada.
¿Aceptar un dolor tan oprobioso?:
-¡Es destino!, no importa lo que pase.




II


Si tan sólo te hubieran prevenido
y con tiempo te hubieses revisado,
ese quiste no habría generado
un sarcoma tan grueso y expandido.
Si tan sólo te hubieran advertido,
si con tiempo hubieses consultado,
ese grano pequeño y descuidado
no te habría; ambos pechos, invadido.
Has ajado una vida impunemente,
devastando el mañana de otra dama:
¡carcinoma asesino y criminal!
Derramando ponzoña álgidamente;
amenazas postrarla en una cama,
destilando despacio su final.




III


La metástasis cumple su promesa
y los ganglios; infiltra, sin piedad;
nadie osa fijarse en la verdad
mas las cartas ya están sobre la mesa.
Al fin; cáncer, entregas tu remesa
sin mostrar compasión ni caridad.
Santo Dios, es tan cruel la realidad
que depreda de tu alma nunca ilesa.
Plañidero desastre concerniente
a toda una familia destrozada
que soporta silente su dolor.
Queda apenas un último aliciente
y es mentirte, buscando la tonada
de alegría que cese tu terror.




IV


Tu familia acompaña tu gran pena,
tus amigos auguran sanación,
los doctores te ofrecen curación
y aun así, nada de esto te serena.
Te percibes atada a una cadena:
Con químio, cirugía y radiación
destruyese tu noble ensoñación
y te arrastras; sumisa, a una condena.
Mas la muerte; asechando paso a paso,
te descubre optimista y melindrosa
y te lleva finalmente a su altar.
Vivirías aún, si; dado el caso,
te hubieras sometido (presurosa)
al examen periódico habitual.
Hagamos la grafía de las mamas
y el examen periódico habitual
o ese cáncer horada a nuestras damas
propinando pesares sin igual.










Felipe Antonio Santorelli









No hay comentarios: