1 de enero de 2012

HACIA LAS ESTRELLAS




HACIA LAS ESTRELLAS

Alkaid,
contigo las estrellas de los cielos
se entrelazan con vórtices
y proyectan en pulsos de belleza
la creación de un nuevo orden.

Arcturus,
los sabios que descansan en palacios,
en las bibliotecas de la luz,
atraviesan los cuásares sin miedo
para transmutar el caos del mundo.

Antares,
tú eres ese punto detenido
en el conocimiento de los astros
que invita a deslizarse con la música
del orbe eonario.
Nos brindas las mareas
y dioses sin un nombre conocido.

Ras Algethi,
nos muestras la enseñanza
antigua de los siglos y milenios
encapsulada en mares que habitar.

Kaus Borealis,
transformas lo social en algo mágico
para que los humanos se conecten
con la Tierra Ancestral
que yace en los relojes de los tiempos.

Manubrium,
a través del planeta
iluminas hogares sin el pánico
y permites al hombre de las cuevas
abrazar sin demora
un mañana con fuego azul cobalto.

Dorsum,
elevas el amor
hacia la libertad de la conciencia,
para que existan siempre relaciones
cuidadas por galaxias invisibles.

Gienah,
disuelves con tu magia
los secretos del reino del poder
y entregas con tu mano sanadora
el movimiento etéreo.

Enif,
la sanación del mundo
ya no puedo esperar.
El momento es ahora,
ahora o nunca.

Difda,
el lastre que no sirve
se diluye en espacios infinitos.

Algenib,
tú proteges frecuencias
que conforman el alma
como pájaros blancos entre cirros.

Mirach,
la energía terrestre
contiene en su habitáculo del éter
los símbolos del oro y de la plata.

Mira,
en los cofres de océanos perdidos
custodias en las horas del temor
el movimiento puro hacia los soles.

Aldebarán,
desde tu morada de los ángeles
las sílabas sagradas se perciben
como un S.O.S.
de Gaia sideral.

Phakt,
amparas el instante del Aleph
donde habita en diamantes especiales
la semilla creadora de Adán/Eva.

Polaris,
las palabras alumbran con tu guía
un sendero sin niebla
hacia el Norte magnético
y su espejo de Iskalia.

Denébola,
la fuerza sumergida en nuestra especie
se abre en sincronía
liberando la frecuencia
transformadora.


Ana Muela Sopeña- España

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