28 de enero de 2012

IMÁGENES


Museo del campo de concentración Sachsenhausen.








Imágenes


'¿A qué nivel de una tarde cualquiera/ me has traído/
cuando ya me había olvidado/ del orden impuesto en Bikernau/ o en Auschwitz?'




Cuando creí que ya me había olvidado
de las imágenes del ghetto de Varsovia,
de macilentos cuerpos
maltratados,
cuando creí me había olvidado
de cómo ataron los tobillos
y las manos,
y desnudos
fueron arrojados en las fosas
turbulentas
de lodo,
llegaron las fotos
de esos infelices
que de frío murieron.
Cuando me disponía a tomar el
avión para encontrar
el territorio del futuro
me han puesto al frente estas imágenes
de estrujados cartuchos
que pudieron ser tú o yo
o uno de ellos
con quienes yo jugaba a las muecas en Mazorra.
Cuando apenas me olvidaba del olor a gas
o de las filas de seres indefensos que rezaban en cuclillas
o de sus cuerpos sin vida
inermes en la sala
adonde entraron aterrados
descubro tu cara revirada y sin rasgos.
Apenas colocando mi maleta de viaje,
en la extrañeza de esas aportaciones
de la imaginación,
llegaron las imágenes.
Me prometieron que
las maletas llegarían
que seguirían mi rumbo
detrás de las asignaciones
y las líneas o colas como en Cuba se llaman.
Entramos dócilmente al camión
y fue ahí donde nos dejaron.
Reconozco tu foto.
¿Cuántos años
para hacer de tu rostro
una máscara de cal
pidiendo auxilio?
¿A qué nivel de una tarde cualquiera
me has traído
cuando ya me había olvidado
del orden impuesto en Bikernau
o en Auschwitz?
¿Tendrá alguien la imaginación
de descartar el orden
y ver el caos en ese planeamiento
de la infamia?
Yo conocí el cadáver
con blancas sogas en las manos
reposaba ya quieto
con su tarjeta de identificación,
desnudo, tapándose la pelvis
un noble gesto de pudor
ante la muerte.
Yo lo conocí, hablábamos.
Me enseñó su encía protuberante
los dientes amarillos que le ardían.
Viendo pasar esas maletas
por la rampa pienso
en aquellos judíos que hicieron
lo inimaginable.
¿Qué harías tú si un día
llegaran a tu puerta y te dijeran recoja la maleta?
¿Tendrías tiempo de tragar el veneno
que escondiste por si el momento llega?
Debe existir alguien
que no pudo aguantar la pesadumbre
diaria de estos seres.
Sí, alguien que existe en Sobibor
o en las afueras del Cotorro o de Treblinka
que haya derramado una lágrima cuando Carlos
fue tirado del camión al hueco
sin apenas un trapo cubriéndole los ojos.
Y tú, ese otro sin nombre,
¿qué gritos diste que aún
reverberas en mis sueños?
¿Qué gesto de entrega me has confiado
para yo recordarte en un poema?


[Enero de 2012]








Magali Alabau- Cuba








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Magali Alabau escritora, poetisa, actriz y directora de teatro cubana, nacida en Cienfuegos, Cuba en 1945. Ofrece una obra lírica de sostenida calidad desde que publicó su primer poemario Electra y Clitemnestra, premio de poesía latina del Instituto de Escritores Latinoamericanos de Nueva York. Vive actualmente en el exilio.
Algunos de los poemas de su libro inédito Dos Mujeres aparecen publicados por primera vez en la nueva antología de Cinco poetas cubanas en New York (2010) y su colección de 7 poemas Adioses Diferentes, sale publicada en la Revista Sinalefa (2010).

Obras
1986 Electra y Clitemnestra
1986 La extremaunción diaria
1986 Hermana
1991 Hemos llegado a Ilión
1993 Liebe
Su último libro publicado es Dos mujeres (Betania y Centro Cultural Cubano de Nueva York, Madrid, 2011)
Magali Alabau (izda.) y Odette Alonso









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