23 de marzo de 2012

1968







1968


Yo tenía mi sueño en las aceras
Del sesenta y ocho de paris, boris bian,
Sartre, y la música de brassens en mi corazón.
El libro escondía su ideología
En las ruedas de un citröen blanco
Aunque la universidad desayunaba su café
En la axila oscura de la política.
Escuchar, por ejemplo, aquella voz entre mágica
Y cuadrada que fuera rayuela, cortázar
Durmiendo en su apartamento de montparnasse
¿Cómo se debía violar a la mademoiselle?
Yo tenía mi sueño en las fábricas
Y en los sacerdotes, en el levantamiento
Y en el hachís, un obrero olía a pescado
Porque su vértigo salía de todas las plazas,
antoine madrugaba siempre a las cinco
para mojar su grito en la angustia de parís.
Un cigarette, s’il vous plaît?
Grandes pilas de libros en las mesas
De los cafés, relojes sin apenas hora,
Cuadros futuristas y rusias verticales
¿cree usted que podemos cambiar
la vida?: sí, según los ojos de che.
De todas formas, nunca está de más
Quemar la ciudad con algo bello, noble,
Enorme, para que se batan todavía mejor
Aquellas esperanzas.






Emilio Arnao- España



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