No nos olvidemos del pueblo sirio, a pesar de que los dirigentes
occidentales antepongan los intereses del sátrapa y la camarilla
a los de todo un pueblo
BAJO LA METRALLA
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD, la metralla enemiga ha convertido las plazas en agujeros de noche, los pájaros del balcón, en siluetas oscuras que atraviesan el aire como signos del desastre.
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD y el rumor de pies en desbandada carcome los costados del silencio, ni siquiera un instante se ha escuchado una débil voz humana en el fragor de la batalla.
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD y desde las alcantarillas -que hasta ayer transportaban el pesado cargamento de los sueños- granadas ocultas, minas traicioneras han hecho saltar en pedazos el mundo familiar.
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD y ella, en medio del derrumbe, ha tomado su maleta, la jaula del gato y un par de plantas para unirse a la caravana que parte en desorden de la tierra devastada.
Pero al llegar a la glorieta donde nació el amor, a los árboles gemelos que las balas enemigas perdonaron, ha levantado -con la maleta y el gato y las dos plantas- una tienda de campaña donde lo espera, invencible, con una rosa entre los labios y la canción que cantaba y cantará en sus brazos.
[De Pasajera en tránsito. Córdoba, Ediciones del Copista,
Colección Fénix, 2006]
Cristina Piña- Argentina
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CRISTINA PIÑA
Nacida en Buenos Aires, es poeta, profesora universitaria, crítica y traductora. Publicó siete libros de poemas: Oficio de máscaras (1979, Primer Premio Isidoro R. Steimberg), Para que el ojo cante (1983), En desmedida sombra (1987), Pie de guerra (l990, Tercer Premio Concurso de Poesía Diario La Nación, 1988), Puesta en escena (1993), Taller de la memoria (1998) y Pasajera en tránsito (2006), así como ocho de crítica literaria.

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