8 de marzo de 2012

A VICENTE FERRER







A VICENTE FERRER


Enjuto, sencillo. Te respetarán
hasta los gusanos. La cruz de tu cuerpo
suavizó las llagas que no cicatrizan
y tus clavos reventaron los neumáticos


de la vanidad. Te pedimos que no te
murieras y te has muerto hoy sin haberte ido.
Pequeño gran hombre que como en el arte
todo lo pequeño es bueno, desde aquí


esperamos tu espíritu vague siempre
por las regiones de los necesitados
levantando polvaredas de denuncia


en los caminos del hambre y que sirva de
vergüenza para aquellos que dilapidan
mientras otros se mueren por escasez.


(19 de Junio de 2009, día de su muerte)










Alfonso Aguado Ortuño- España





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