La imaginación
me lleva de paseo
por los macabros caminos
de Mogadiscio.
Sí,
consciente soy
del lamento del infante,
del llanto desgarrado
del recién nacido
que el viento traslada
a cualquier lugar
desde cualquier lugar
Sopla la tragedia
de aquel espacio
sin límites,
sin final,
y solo pienso:
“su vida es llanto, si lloran aún viven”.
Sufro en esta distancia,
ese es mi tormento;
y sí, miro hacia otro lado,
procuro no recrearme...
buscando "porqués".
Y llega la metamorfosis,
del sufrimiento en rabia,
en ira, en odio,
en desencanto...
los gobiernos cambatiendo
en una guerra civil,
matando a hijos a hambre,
a hermanos a sangre.
mientras cien mil
demonios de fuego
suben por mis entrañas.
"No me siento orgulloso, es el mismo sentimiento que provoca la hambruna, pero carajo, soy humano"
Jorge Merino- España
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