15 de junio de 2012

Y DE REPENTE, UNA SORPRESA MÁS





Y de repente, una sorpresa más


Y de repente, una sorpresa más.
Los delincuentes, los mentirosos y los corruptos,
viven en las siniestras tardes de esa mujer fatal.
Ella se ha complacido,
Mostrándole sus encantos a tantos hombres.
Regalándole los oídos con hermosas palabras persuasivas,
pero los más cautivante es su cuerpo.
No es el más bello, por supuesto.
Pero algún encanto ha de tener,
para lograr vencer tantos obstáculos.
Ella ha vivido el sueño americano,
entre tragos de alcohol, sexo y favores
muy especiales, que reciben el pago,
que la sostienen a la altura precisa,
para poder decir, “soy una Princesa más,
en éste vasto Imperio Americano”.
Y su conciencia, ¿Qué?
Nada le importa a ella, si ha podido,
conseguir lo que quiere y a su manera.
Ella se morirá como cualquiera
y por Infame e Inicua, la recordaremos.






Álvaro Rivero Maldonado- Puerto Rico









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