21 de agosto de 2012

MEMORIA DEL CAMBIO





Memoria del cambio


La choza que nos dibujaste aquella tarde,
con su hombre primitivo y todo,
la excavé yo treinta años más tarde.

No creo que nadie soñara entonces con corbatas
o morir joven sobre la primera moto que nos prometían
si llegábamos a bachillerato.

Estábamos pendientes del verano
y el humo del primer amor
y su sabor a tabaco.

Oíamos las proezas de los otros
ávidos de que fueran ciertas,
y mientras llegaba nuestra hora
nos entrenábamos
con la única literatura que apreciábamos,
revistas pornográficas
con accesorios comentarios de texto
que ninguno nos tomábamos la molestia de leer.

Moría Franco
y nosotros, afortunadamente, no teníamos ni puta idea de política,
no tuvimos que correr delante de los grises
para justificar después
habernos convertido en pequeños fascistas,
porque, al fin y al cabo, sólo de pequeño fascista se puede seguir soñando
con pagar los plazos de una segunda vivienda.

Nuestras traiciones, también afortunadamente,
no tendrían como escenario ninguna idea por la que vivir,
sino algún cuerpo en el que morir
de gusto,
o abrazados, bailando
je t'aime, mais non plus...
y ellas, que no sabían francés, ofrecían sus bocas
mientras nos mentíamos que aquello era para siempre,
para el fin de semana,
porque el lunes era una fórmula matemática,
y el martes una carrera alrededor del instituto,
y el miércoles una interminable clase de religión,
y el jueves era la monotonía de la química
que precede a las noches brillantes
donde volvíamos a amarnos
ajenos a estados de excepción,
golpes de estado en Suresnes
y al paraíso que los altavoces instalados en los Dyane's
decían que estaban forjando para nosotros.

Nuestra realidad, afortunadamente, era otra,
un estado perfecto y fugitivo,
un mundo fantásfico que resultó,
a medida que fue desvelando sus misterios,
irreparable.

Como la choza aquella que,
en nuestro primer año de escuela,
nos dibujaste,

la misma que treinta años después excavé
para constatar que también tu dibujo
era mentira.




Antonio Orihuela- España



No hay comentarios: