ALARMA AÉREA (Robert Capa. Bilbao, 1937)
Porque fuimos nosotros quienes te levantamos
de entre la niebla con denominación de origen,
de un horno sideromelancohólico te alzamos,
cual ferrones esforzados que del suelo erigen
un sueño de estructuras, los poetas te nombramos
como los dioses callan y los hombres afligen.
Tú velabas nuestro sueño, cuando despertamos
en tu orilla había puesto consulta una esfinge.
Probablemente digan: Bilbao ha ganado en luz,
mas tu luz brota de la capturada cuando eras
una niña corriendo bajo alarmas aéreas,
con el abrigo mal abrochado por la urgencia,
mientras en tus ojos emulsiona la inocencia,
cuarteada como los cristales de un tragaluz.
José Blanco- España
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