22 de septiembre de 2012

RECUERDO, QUE HUBO UNA HORA





Recuerdo, que hubo una hora 


 Recuerdo, que hubo una hora,
donde el amor me dio sus besos húmedos.
Y fui feliz entre sus brazos.
Todo lo iba mirando,
como quien ha encontrado el paraíso.
Y estuve ajeno a los que sufren,
el desespero diario de la tortura.
Y mis amantes ojos fueron tocando,
la hondura trágica de algunos.
Esos destrozos vastos de la guerra.
El hambre en las entrañas del humano.
El grito de los niños,
como un reflejo más de la amargura,
que ha sepultado a tantos.
Y ya besado fui por la emoción.
Y el llanto mismo delató a mis ojos.




Alvaro Rivero Maldonado- Puerto Rico



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