1 de noviembre de 2012

LOS AMOTINADOS Y EL ÁNIMA




Los amotinados y el ánima

(Breve crónica de un Colón en llamas)


                              

Se verá un hondo precipicio al lado izquierdo de sus esperanzas.
Hacia allá serán empujados sin que el lado derecho lo atestigüe.
(Demasiado lejos para que puedan juntarse noche con penumbra,
alguien dirá.) Allí estarán los amotinados, confrontando al enemigo
sin dar marcha atrás, porque la debilidad se ha vuelto hartazgo, hoz,
respuesta violentísima a lo que violentamente hiere. Ellos dirán
que no, como nunca antes, para siempre. Ellos pondrán los
muertos, como siempre, y sembrarán de fantasmas las 16 calles.
De allí saldrá aquel niño de silueta gris que partió de su hogar
(sépanlo todos: para siempre) al estallido de una bala perdida.
De ese fondo azul y sin luz saldrá, y tocará las gargantas de los vivos
que le negaron el sueño de vivir y de jugar y de crecer y de morir
a la edad en que los pétalos caen, ya marchitos, de la flor más alta
hacia la tierra.  Las tocará, y hundirá sus dedos hasta sentir los círculos
quebrados de la respiración, y les dirá a los infames su nombre,
su apellido de niño bueno, su reclamo de farol agonizante entre
la senda tenebrosa… No se dejará amar por ellos, ¿para qué?;
los hará sentir el frío horror de los que no regresan. Y ellos,
los cien veces infames, se despojarán de su uniforme de fatiga,
quedarán desnudos y sin armas, y se arrepentirán (por siempre
y para siempre) de no haberse quitado de encima con la misma rapidez
la orden −mil veces infame−
que un “civil”,
tiranamente infame,

les dio

de

DisparaRRRRRR!



(A las víctimas de Colón, octubre gris de 2012)




Salvador Medina Barahona- Panamá



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Adiós a las armas

No suelo explicar mis poemas, como bien lo aconsejan muchos; pero hoy me paso por los talones el consejo y diré de dónde sale éste, de qué rincón de mi amargura y mi cabreo: No tengo memoria, en mis 38 años de vida, de que haya habido un gobierno civil más infame que el actual. Lo más triste: hemos vuelto a los oscuros días de los uniformados de quinta que violentaban a sus hermanos; con el agravante de que ahora lo hacen bajo los mandatos o la aquiescencia (¿cuál de ambas peor?) de un presidente también de quinta, que ha olvidado lo que ser civil significa y ha permitido que retorne a nuestro suelo el imperio de los bárbaros. Ayer noche vi lo inadmisible por un canal de horrorvisión: un policía empuñaba un arma en contra de protestantes amotinados ante la inminente venta de las tierras de Zona Libre, que de libre vemos que no tiene nada. Ya no pude más. Con lo de Bocas del Toro se habían pasado, por calles; pero al menos ejercían la hipocresía de que no se habían utilizado armas de fuego, más allá de los nada inofensivos perdigones que dejaron un saldo de 12 ciegos y no sé cuántos más heridos, y los gases lacrimógenos que hicieron llorar hasta a los tapires. Ahora no solo se pasan por calles de calles, sino que exhiben el cinismo de mostrar armas más que diálogo, brutalidad más que razones de servir de garantes de una paz que no nos llega, justo por ellos y sus jefes gorilones y “civiles”. Súmese a esto la muerte de un niño inocente, y dije NO, a la mierda, tengo que cargármelos en un poema; no pueden quedar impunes sus desmanes: Esta es mi humilde y soberbia forma de protestar. No hay nada que los justifique, tengan la razón o no los que se amotinan. Y ante lo injustificable, el hierro acérrimo de mis palabras. No jueguen con la muerte, caballeros. De hecho, no jueguen con la vida. Que la factura llega y será larga y cara.

Salvador Medina Barahona- Panamá




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Salvador Medina Barahona nació el 9 de noviembre de 1973 en Mariabé de Pedasí, Los Santos, Panamá.
Es una de las nuevas voces poéticas que se han incorporado con fuerza al panorama de la poesía panameña contemporánea. Su poesía ha ido en ascenso desde la aparición de su primer poemario, Mundos de sombra, publicado por la Fundación Cultural Signos en 1999. También cuentista, aparece incluido en la antología Hasta el solo de mañana, de Enrique Jaramillo Levi, a cuyo taller de cuentos asistió en dos épocas. Ha publicado poesía y cuento en la revista Maga , La Prensa, El Heraldo y La Estrella de Panamá. Ha hecho acercamientos críticos a la poética de importantes escritores panameños e hispanoamericanos en el suplemento cultural "Tragaluz", del diario El Universal. Ha sido miembro de la Fundación Cultural Signos y es miembro fundador del Grupo Letras de Fuego, así como coordinador de la página dominical del mismo nombre, en La Estrella de Panamá.

Su obra empieza a ser estudiada en tesis de grado de la Universidad Nacional de Panamá, capítulo de Los Santos, y ha sido incluido en el libro Cien años de literatura en Los Santos, del crítico y profesor universitario Melquiades Villarreal Castillo, como "el, hasta este momento, mejor lírico santeño".

Premio Centroamericano de Literatura "Rogelio Sinán" 2001 - 2002. Mención de Honor por su libro "Cartas en tiempos de guerra", segunda finalista entre 63 obras procedentes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Premio Nacional Signos de Poesía "Stella Sierra" 2000. Primer premio, por su obra "Somos la imagen y la tierra".
Sendas Placas de reconocimiento a su labor poética, otorgadas por la Universidad Nacional de Panamá, sedes de Los Santos (2002) y Veraguas (2004).
Premios "Anita Villalaz" 2004. El Teatro Club de Panamá confiere Diploma de Honor en la categoría "Logros Culturales" al grupo literario Letras de Fuego por su página dominical en La Estrella de Panamá, bajo su dirección.
Becario de la Sociedad Estatal Quinto Centenario de España, para el Encuentro entre Dos Mundos; Premio Nacional por Panamá (1990): Réplica histórico - cultural del IV Viaje de Cristóbal Colón. Contacto con el Mundo Maya en el "Aula Navegante de Aventura 92". Historia, academia y deporte de la mano de destacados académicos y deportistas iberoamericanos. 45 días de expedición. Diplomas académicos por las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid, y el Consejo Superior de Deportes de España.

Ganador del Concurso Literario Ricardo Miro 2009, en la seccion Poesia, con su obra "Pasaba yo por los dias".

Obra poética:
-Mundos de sombras (Fundación Cultural Signos, Panamá, 1999)
-Viaje a la península soñada (Fundación Cultural Signos, Panamá, 2000)
-Somos la imagen y la tierra, en el libro Premios Signos 2000 (Fundación Cultural Signos, Panamá, 2002)
-Cartas en tiempos de guerra (Panamá, 2002)
-Vida en la palabra vida en el tiempo (Universidad Tecnológica de Panamá, Panamá, 2003)
-Construyamos un puente (con Enrique Jaramillo Levi; Panamá, 2004)
-La hora de tu olvido (Panamá, 2008)
-Pasaba yo por los dias (Panamá, 2010).

Fernando Sabido Sánchez y Salvador Medina Barahona en Madrid. 
Diciembre 2009.














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