Mermelada de mora sin clavos
querida hija
mientras tú me escribes de ponceos y etiquetas
besándote de mentira con el primer gandul cibernauta
atravesado en tu pantalla azul de niña efervescente
aquí tu padre manda a botar a la basura toda la mermelada de mora crucificada
de clavos de olor porque a él que es un macho de pelo en pecho no le gusta
me cuentas de tus clases de Género
si las entiendo
pero el día a día hija
yo
tu madre
me acuesto sin resolver aquello elemental como decir no quiero y grito
desde una puerta enrejada entre sábanas mortuorias
dispuesta a evadir ese hedor insoportable del semen diario y tu padre
descerraja su bazuca contra mi cara rellenando mi boca
al estilo redtube
espero que nada te pase yo acá revolviendo una y otra vez
mermelada de mora sin clavos
buscando una fórmula
por favor trata de mandarme los apuntes de la profe
cuando te enseñe
a emanciparte
besos
tu madre.
PD: no te olvides hija, a las legumbres no debes echarle sal mientras se cuecen.
Rosa Emilia Alcayaga Toro- Chile
1 comentario:
Versos de una terrible dureza, tan terrible como la realidad de muchas vidas. Es necesario tener esos apuntes: "cuando te enseñe a emanciparte besos tu madre"
Un gran poema, enhorabuena por plasmar con tanta verosimilitud los extremos efectos del machismo.
Saludos
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