10 de marzo de 2013

EL ANIVERSARIO




EL ANIVERSARIO

(Acteal, 22 de Dic. 1997)

PROTESTO
en nombre de la vida que nos ha sido regalada, a ti soldado, a mí,  nativo, moreno,  callado y  me la has quitado con la fuerza de tus armas por orden  del poder y la infamia.


PROTESTO
en nombre de los asesinados por el hecho de ser indígenas y vivir dentro de tierras nobles, las cuales nos fueron arrebatadas.


ACUSO
al ejército mexicano, a paramilitares y policías de haber violado la paz y la verde esperanza de la selva Lacandona con sus máquinas de guerra para desaparecernos.


CENSURO
 la flagrante violación de los derechos humanos de 45 de mis hermanos y hermanas (hombres, mujeres y niños) que fueron muertos por las manos frías y asesinas en el pueblo de Acteal el 22 de diciembre de 1997 bajo el régimen zedillista.

PROTESTO
yo, la mujer indígena, porque cuando me preguntan, ¿cómo está tu corazón? siento que ya no lo tengo, debido a tanto dolor, causado por los que no me quieren a mí y a mi gente y creen que nosotros, los indios, somos basura del México moderno.


ME OPONGO
a la necedad perenne de ustedes los ladinos de quitarnos todo a la fuerza, perseguirnos como a presas de caza, matar nuestros cuerpos e ilusiones y dejarnos sin el patrimonio de tantos siglos.


ME CANSO DE PROTESTAR
aunque nadie me haga caso, será porque creen que soy inferior a ustedes, blancos híbridos, orgullosos de su conocimiento. Ya no se acuerdan que en otros tiempos les he demostrado mi genialidad al haber construido mis majestuosos edificios, mis templos y juegos de pelota, haciendo gala de geometría y perfección pero su eclesiástica ignorancia no les permite reconocerlo, ¿ya no se acuerdan?


CONTINÚO
protestando y me pregunto, por qué me matan en el presente, si yo siempre he estado aquí desde el pasado, mucho antes de que ustedes híbridos, llegaran, porque hoy en día nosotros estamos ustedes y ustedes somos nosotros, ¿no lo comprenden?


REPRUEBO
la discriminación racista de los gobiernos en turno que se empeñan en exterminarnos a como de lugar, sin entender jamás nuestras raíces, nuestra manera de ser y de pensar, nuestra forma diferente de vivir.


MI PROTESTA
es válida, porque ustedes presumen de la antigua cultura maya ante el mundo, su mundo, y por otro ángulo nos niegan rotundamente; siendo nuestros ancestros los causantes de tan maravillosa cultura. O sea que, cuando les conviene, nosotros estamos ustedes y cuando no, nosotros no somos ustedes.


LAMENTO
tanto como niño, indígena, el que me hayan dejado solo y sin padres, desde aquella vez en Acteal  en que mataron a mis tatas, propiciando de esa manera mi infelicidad; coartando de igual forma, mi derecho a tener un padre que me enseñe y me proteja. ¿Quién lo hará ahora si ustedes me han dejado huérfano?


TODO ESTO
nos lastima, pues nosotros no tenemos armas, con penurias conseguimos medicinas y algo que comer. Muchos de mi raza ni siquiera hablan el idioma de ustedes, el idioma de Cervantes y don Quijote; y aún así nos juzgan con sus leyes obsoletas porque cazamos iguanas para alimentar nuestros cansados cuerpos. Y nos aniquilan con sus armas de muerte como a perros con rabia.


ME QUEJÉ DEL AYER
colombino y lo hago de nuevo, porque primero fueron los españoles con su pólvora y sus espadas, ahora son ustedes políticos y militares con sus bocas de fuego y destrucción. No se dan cuenta de que ustedes militares, somos nosotros los indios. ¿Por qué el ejército usa indios para matar otros indios? ¿Será que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo? ¿O será que el  gobierno se lava las manos utilizando el fratricidio de las etnias?


PROTESTAMOS POR LO TANTO
aquí y ahora, ante la autoridad moral de los pueblos y las naciones, queremos que se sepa por medio de nuestra propia boca, que hemos sido masacrados desde siempre, sin suprimir el ahora,  sin olvidar aquel fatídico y triste día en Acteal.


INSTAMOS
por medio del discernimiento que, así como triunfan sus teletones y su nueva cultura de donación de órganos, en ésta su sociedad moderna; triunfe la razón y la justicia, pero la verdadera, no aquella que sólo pueden comprar los ricos, para que tengan conciencia de nosotros, no como seres inferiores, pues somos y existimos por derecho natural de la vida.

Jamás les hemos pedido nada gratuito, debido al orgullo ancestral que aún  brilla sobre nuestras cabezas, pero también exigimos que se nos respete y deje vivir en paz.

ETNIAL (ETNIAS UNIDAS DE AMERICA LATINA)




José Santana Prado- México





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Matanza de Acteal

Columna de la Infamia en el sitio donde ocurrió la Masacre de Acteal, en la que perdieron la vida 45 personas a manos de paramilitares.


La Matanza de Acteal fue una incursión paramilitar en la localidad de Acteal, en el municipio de Chenalhó, ubicado en la región de Los Altos de Chiapas al sureste de México, el 22 de diciembre de 1997. Durante dicha incursión, fueron atacados indígenas tzotziles de la organización "Las Abejas", que se encontraban orando en el interior de una pequeña iglesia de la localidad. 



El resultado fueron 45 muertos, incluidos niños y mujeres embarazadas. Mientras el gobierno mexicano intentó calificar la masacre como un conflicto étnico, opositores y grupos defensores de derechos humanos la consideran parte de una estrategia terrorista auspiciada por el gobierno para desarticular la base social de la localidad de Acteal. El crimen oficialmente fue castigado, pero diversas fuentes jurídicas consideran que el procedimiento policial y judicial fue altamente inadecuado, por lo que la comunidad que sigue exigiendo garantías, ya que el crimen permanece impune.

Diversas fuentes periodísticas acusan directamente a mandos del ejército de haber colaborado con la masacre, por ejemplo diversos casquillos de bala encontrados en el escenario del crimen corresponden a armas que sólo están en posesión del ejército, igualmente diversos testimonios declaran que los mandos militares armaron a civiles y les incitaron a usarlas contra otros civiles. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró que Zedillo debe ser condenado por delitos de lesa humanidad. El grupo Las Abejas se deslindó de la demanda en contra del ex presidente Zedillo, alegando que los demandantes anónimos deben de ser partidarios del Partido Acción Nacional o el propio ex presiente Carlos Salinas, con quien mantiene una seria rivalidad.

Tras los hechos de Acteal, fueron inculpados 26 indígenas identificados por los deudos de las víctimas como los autores de los crímenes. Los inculpados solicitaron un juicio de amparo, que finalmente les fue otorgado a 20 de ellos el 12 de agosto de 2009 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México (SCJN), bajo el argumento de que la Procuraduría General de la República (en aquél tiempo encabezada por Jorge Madrazo Cuéllar) fabricó evidencias para inculpar a los presos.

Relación de los hechos

El 22 de diciembre de 1997 45 indígenas tzotziles fueron asesinados mientras oraban en una iglesia de la comunidad de Acteal, del municipio de Chenalhó, en el estado de Chiapas. De las víctimas, 16 eran niños, niñas y adolescentes; 20 eran mujeres y nueve hombres adultos. Siete de las mujeres estaban embarazadas. Los responsables directos de la masacre fueron grupos paramilitares opuestos al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Según testigos, las mujeres, hombres, niños y pertenecientes al grupo comunitario de "Las Abejas", fueron todos masacrados sin la menor misericordia por unos 90 paramilitares al interior de la iglesia, en una operación que se extendió durante siete horas y que se desarrolló a sólo 200 metros de un retén de la policía.


Con respecto a la masacre, unas 100 personas, en su mayoría indígenas, fueron detenidos y luego recluidos en una cárcel de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas.
El entonces obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, afirmó en su momento que era necesario que la Procuraduría General de la República investigara en relación a los instigadores de esta masacre.
Entre los supuestos participantes figuraron ocho ex oficiales de seguridad pública que fueron condenados a penas de un poco más de tres años de prisión y luego fueron puestos en libertad. De acuerdo con monseñor Ruiz fueron estos oficiales los que propiciaron la matanza de indígenas o que de alguna forma no evitaron que se conformaran los grupos armados.

Según datos extraoficiales se cree que en Chiapas, en aquella época, operaban más de diez grupos paramilitares, que combatían al EZLN. Algunos activistas los vinculan al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 71 años en medio de críticas por presuntos actos de corrupción y autoritarismo.
Reanudado el proceso se ha encontrado en el expediente que existen 83 personas presas alegando como cargos en su contra la portación de armas de fuego, en el expediente obra que solo existen tres armas que se usaron durante los hechos, además de que de ninguno de los consignados se obtuvo un dictamen positivo en la pericial de restos de pólvora.
La sentencia causa penal 223 dictada en el 2007 condena a 18 personas por portación de armas de fuego, haciendo incongruente los hechos notorios con la sentencia, además de que sin basarse en dictámenes profesionales se condenó a los detenidos.

Actualmente se considera que ciertos hechos fueron ocultados por los demandantes del hecho, debido a que los hechos de la masacre pudieron ser el resultado de actos ilícitos por parte del grupo EZLN o de algunos de sus integrantes.[cita requerida] Las investigaciones profundizan en la defensa del acto al ser éste una acción para erradicar las acciones y costumbres que perjudicaban a personas inocentes.

Actuaciones jucidiales posteriores


Juicio de amparo de los detenidos por la masacre

La Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana (SCJN) atrajo en julio de 2007 el juicio de amparo promovido por 12 indígenas presos por los crímenes cometidos contra los militantes de Las Abejas de la comunidad de Acteal, bajo el argumento de que se encontraron faltas en el proceso judicial. El 20 de abril de 2009, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y la organización civil Las Abejas alertaron sobre la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México (SCJN) obsequiaría los amparos a los acusados. Por los primeros días del mes de agosto de 2009 algunas voces llamaron la atención al hecho de que la SCJN estaba contemplando la posibilidad de poner en libertad a los 18 detenidos por los homicidios cometidos en Acteal en diciembre de 1997. Según Pablo Romo, coordinador del Observatorio de Conflictividad Social de la organización civil Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) y ex sacerdote católico de San Cristóbal de Las Casas, la SCJN estaba aprestándose a amparar a los acusados porque el Estado Mexicano tendría una deuda con ellos, a los que considera sus cómplices.
Finalmente, el 12 de agosto del 2009, la mayoría de ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación amparó y ordenó la liberación inmediata de 26 indígenas que fueron culpados de la matanza de Acteal, argumentando que la Procuraduría General de la República fabricó evidencia para inculpar a los detenidos, además de encontrar irregularidades en algunos procesosjudiciales. De ellos, 20 fueron liberados de manera inmediata y en seis casos se ordenó la reposición del procedimiento, para que se dictara una nueva sentencia.
Más tarde, en noviembre del 2009, la Primera Sala amparó a otros nueve implicados, afirmando que sus garantías constitucionales de debido proceso fueron violadas, por lo que decretó su libertad inmediata.
El 2 de febrero de 2012, la SCJN ordenó la excarcelación inmediata de otros siete indígenas, quienes solicitaron que se reconociera su inocencia con base en el dictamen de 2009, ya que -afirmaron- la resolución en su contra se sustentó en declaraciones de testigos y en un álbum fotográfico que la Corte determinó como ilícitos, lo que anuló su valor probatorio.

En total, hasta principios de 2012 la Suprema Corte ha ordenado la liberación, en tres casos distintos, de 36 personas acusadas y sentenciadas por el caso Acteal, bajo el mismo criterio de invalidar las pruebas presentadas por la PGR.

Responsabilidades del Estado Mexicano

El 2 de marzo de 2005, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, recibió una denuncia presentada por la asociación civil Las Abejas y el centro de derechos humanos Fray Bartolomé de las Casas A.C, en la que atribuyen al Estado mexicano la responsabilidad por la masacre. Diversos testimonios refieren que existió pasividad de las fuerzas de seguridad, ya que no actuaron para evitar la masacre.11 En septiembre de 2011, presuntas víctimas anónimas de la masacre, presentaron ante la corte de New Haven, Connecticut en los Estados Unidos, una demanda civil en contra del ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, de la cual el grupo "Las Abejas" se deslindo, en ella se alega la responsabilidad en los hechos y aduciendo que su conducta constituía crímenes de lesa humanidad, exigiendo por ello la reparación económica del daño (50 millones de pesos). 
El expresidente se defendió alegando que dicha demanda era calumniosa e ilegal. Dicha demanda fue desechada al otorgar el gobierno estadounidense inmunidad al expresidente mexicano, después de que esta le fuera oficialmente solicitada por el gobierno de México. Sobrevivientes de la masacre, han acusado al ejército mexicano de crear y armar grupos paramilitares que fueron los que cometieron los crímenes. Diversas organizaciones y personalidades de diferentes ámbitos han criticado la decisión del gobierno de Estados Unidos.
Dado que la comunidad de Acteal niega haber estado detras de la demanda anónima, se presume que el caso de la demanda fue utilizado como una estratégia política en contra del PRI, fomentado desde lo mas alto del PAN o dentro de las fila del mismo partido por personajes que tendrían intereses particulares.

  


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