CONCERTINA PARA EL HAMBRE
La vida golpea a todos
con azotes de azar que nos desencuadernan;
llega el envés,
llega el viraje virulento
y se convierte en óxido
lo que antes era acero rutilante:
son hechos maltrechos,
deslucidos encajes del camino de la vida
y reveses de fortuna
que nos sacan de la senda
y nos orillan en la arista misma
con su pendular hacia la muerte.
Pero hay almas, al parecer blasfemas
o ignominiosamente olvidadas,
que viven en la clausura del olvido
como reductos negros del desprecio
en la esquilmada tierra aborigen
y condenados sin juicio ni cordura
al olvido de los hombre y los dioses.
Nos hemos atrincherado
en el reclamo de lo mío es mío
y lo tuyo vuestro
—siempre que no sea del interés general—
y alambramos el coto, y elevamos la cota,
con las debidas rendijas para los bienes
sin comunión con la negra y endémica
palidez del hambre.
¡Hambre, hombre, hambre!
¿En qué pérfida y arrogante cabeza
anida la exclusión de tu látigo fiero?:
concertinas para el hambre
no es música bailable, sino holocausto
indignante, flagelo, picadura de áspid,
inmoralidad, indigencia, indecencia, infamia.
Francisco Espada- España
1 comentario:
Me permito proponer dos lecturas complementarias, un poema:
http://fragmentsdevida.wordpress.com/2013/11/28/retratos-de-espana-51-la-linea-divisoria-entre-los-paises/
y un relato:
http://fragmentsdevida.wordpress.com/2014/04/09/retratos-de-espana-59-monte-gurugu/
Espero os gusten
Publicar un comentario