23 de junio de 2014

SUEÑO INFANTIL



SUEÑO INFANTIL


Llegó el mes de junio 
y el niño soñaba 
con un caballito de pan
cargado de ollas humeantes y frutas,
como el soldado sueña
con la licencia definitiva
en el  fragor del fuego cruzado.
Era tan sólo uno 
de ese medio millón de sueños infantiles
que guardan una cuchara
en el subconsciente de la almohada
con la que saciarse
al menos una vez al día.
Los prohombres no saben interpretar 
los sueños infantiles
y ensordecen enmudecidos
al grito famélico.
Llegó el final de curso, 
las notas y la fiesta de disfraces
y la representaciones teatrales
con las que babean los abuelos:
el niño tenía enquistado,
como una coda persistente,
el alegre bullicio 
a la entrada del comedor escolar.



Francisco Espada- España





1 comentario:

Francisco Espada dijo...

Gracias, Fernando, por la publicación.
Un abrazo.