26 de marzo de 2017

MUJER CON DUEÑO



MUJER CON DUEÑO



Te apuñala. Extiende su mano sobre el páramo dulce
y clava en los lodos más blandos el puñal de carbón.

Allá, en los límites sucios del recuerdo, crecieron sus ojos.

Tú, dormida, audaz, posible, masticaste la impureza
sin reparar en los sauces de vértigos decadentes.

Allí quedó tendida la bravura dulce de la hembra. Allí,
sobre el lecho inodoro del torrente, yació la quimera,
la tentativa de carne que las alondras prometían.

Buscaste solo con tus ojos una claridad no de cobre.

Menguaron tus pómulos encerrados en dársenas de hiel.

Tu voz de niña orgánica musitó plegarias de mar y lluvia.

Pero hoy te apuñala.

Te apuñala los dedos de azúcar, las venas líquidas,
las rodillas de plata y de silencio, los senos de lodo.

Tu condena es amar la sangre negra que te elude,
que se vierte infecunda sobre la ceniza.

Ama o muere.

O corta tus cabellos y escapa desnuda hacia otros espejos.





Jerónimo Muñoz- España